Carta Abierta a Joaquín Lavín
Sr. Joaquín Lavín:
A Ud. lo conocí hace bastantes años atrás, cuando los medios lo destacaban como un novedoso y existoso alcalde. Ud. en ese momento era alcalde de una de las comunas más ricas de nuestro Santiago, Las Condes. Tomando en consideración, la imponente educación que Ud. ha recibido en el extranjero, no haber administrado más o menos bien los recursos de una comuna como esa, donde la pobreza si bien existe, no es la gran preocupación, hubiera hablado bastante mal de Ud.
Eran los tiempos en los cuales Ud. sonreía bastante, y parecía más un personaje de la farándula que un político, precisamente, eran los tiempos donde Ud. insistía en negarnos su origen político... Ud. y yo sabemos, que para obtener un puesto de elección popular en nuestro país, es totalmente necesario tener apoyo de una coalición política... ni siquiera de un partido político...
Sr. Lavín, Ud. pertenece a un partido político de extrema derecha... Fundado por aquellas personas que apoyaron la acción de la dictadura militar. Ud. y yo, vivimos en el mismo país durante los años 80 (no hablo de los años 70 porque aun yo no nacía)... Extraño me parece que Ud. haya desconocido lo que pasaba en este país... Y si es así, cómo es posible que hoy nos pueda decir que conoce cuáles son los "problemas reales de la gente"???.
Con su exitosa gestión como Alcalde de Las Condes (lo que incluyó la innovadora idea de bombardear las nubes con aviones para hacer llover), Ud. quiso postular para ser Alcalde de una comuna que fuera más importante, y demostrar a los incrédulos como yo, que su éxito nada tenía que ver con una cuestión de recursos, sino con un tema de visión de país.
En su campaña para ser Alcalde de Santiago, y destronar al Sr. Jaime Ravinet, Ud. nos impactó con su discurso acerca de la inactividad del municipio frente al flagelo de la delincuencia. Ud. nos dijo tener la solución para erradicar a los delincuentes de la comuna, para terminar con la cesantía, para hacer de Santiago una comuna distinta.
Al asumir el cargo de Alcalde de Santiago, Ud. implementó una serie de medidas para terminar de una vez con el problema de la delincuencia en Santiago, lo que incluía entre otras fantásticas ideas, los botones de pánico.
Para terminar con la cesantía, Ud. contrató en una navidad a cientos de personas, a las cuales hizo caminar bajo el exasperante sol de Santiago, vestidos con trajes de viejo pascuero... Sr. Lavín, déjeme recordarle que el típico traje rojo y cinturón negro, fue creado para un personaje que vive en el Polo Norte, donde en Diciembre hacen grados bajo cero. Me recuerda de pronto los exitosos programas de empleo de la dictadura militar, a saber PEM y POJ.
Para hacerse aún más conocido, y demostrar que Ud. era un alcalde de verdad, con ideas increíbles, Ud. se dedicó a regalar desayunos a las personas que transitaban por el centro de Santiago, habilitó las piletas de parques y plazas de la comuna para que los niños pudieran disfrutar del verano, además de habilitarles una playa y centro de invierno artificial, al más puro estilo japonés...
Debido a la gran inversión (derroche) de recursos municipales que Ud. originó en su gestión como alcalde, eligió como forma de conseguir recursos vender los derechos municipales de agua, en un precio francamente hilarante. Tal vez por desconocimiento, o excesiva inocencia, Ud. olvidó que la comuna de Santiago tiene a su cargo la mayoría de los lugares con áreas verdes públicas... como el Parque Metropolitano, el Parque O'Higgins, el Parque Forestal, el Parque Almagro, entre otros... ´
De esta manera, Ud. dejó a la Municipalidad de Santiago en bancarrota, haciéndole un flaco favor a su sucesor: Raúl Alcaíno.
Ud. había decidido que un hombre con tales ideas estaba hecho para puestos de gran importancia. Ud. debía ser Presidente de la República. En su campaña anterior, Ud. se enfrentó con el hombre que hoy dirige las riendas de este país, y nos mostró una cara siempre sonriente, no confrontacional, no dispuesto al debate... Yo lo entiendo, Sr. Lavín, yo no quisiera enfrentarme en una discusión con un hombre como Ricardo Lagos, con ideas concretas, valores ideológicos, inteligente, serio, con convicciones.... Lo que me extraña hoy, es que nos muestre esta innovadora faceta: confrontacional, irascible, casi irrespetuoso. Hoy Ud. señala que es su turno de señalar con el dedo, ¿No le parece a Ud. demasiado soberbia de su parte?
Sr. Lavín, a través de esta carta, mi intención no es develarlo sino lisa y llanamente decirle que no le creo. Ud. miente... Quiero decirle que Ud. debe dedicarse al ámbito privado, y al área empresarial, para lo cual Ud. fue educado... Es donde Ud. tiene posibilidades de éxito real. No siga siendo el hazmerreir de la política nacional, una triste caricatura... Hágase un favor, y retírese... Deje de hacer el ridículo, poniendose gorritos nortinos, o viendo televisión en casas de gente pobre, que Ud. usa descaradamente para sus fines electorales.
Sr. Lavín, deje de menospreciar a las personas que votamos en este país... Quienes tenemos algo más de un centímetro de frente, no dejamos que nos metan el dedo en la boca tan fácil y vulgarmente como lo hace Ud. No creemos en la demagogia, respetamos a nuestro país, y a la persona que elegimos para que nos represente internamente, y en reuniones de líderes mundiales.
Yo respeto a mi país, y Ud., puede decir lo mismo?
Confesado por FrancisK @ 11:36
Metidas de Cuchara: 12
