A Toty...
Tenía 14 años cuando me sentí por primera vez enamorada. Desde ese momento, comenzó un paseo de personas, que entraron y salieron por puertas, que a veces, ni siquiera abrí. Con ellos me eduqué en ese extraño mundillo del compartir sentimientos... La mayoría de ellos, hoy son buenos amigos que conservo con cariño... Los otros han sido eufóricamente expulsados, y quisiera ni recordar sus nombres...
Desde los 14, pasaron casi 6 años hasta te conocí. Bananeando (término que tal vez sólo tú y yo entendamos) y siendo pareja lo último que buscábamos, debido a nuestras traumáticas experiencias anteriores, de las que sólo salimos cuando entendimos que nadie era condenado a seguir caminando con alguien a tu lado, que solo logra hacerte daño.
Dispuestos a iniciar una linda amistad con el otro, nos juntamos una linda noche de Abril en la esquina de Macul con Irarrázaval, para conversar un poco. Ese poco duró hasta las 06.00 AM hasta que nos echaron del “Kasajungla” (bar que hoy no existe), porque era de día, y continuamos hasta las 08.00 AM conversando sin parar, mientras nos dimos una vuelta larga e inútil para llegar hasta mi casa que está a solo 20 minutos de donde estábamos. Esa noche no hubo besos, ni tomadas de mano casuales, ni joterías baratas. Hasta hoy, yo te lo reprocho cuando me pongo mañosa, diciendo que entonces yo no te había gustado.
No recuerdo cuando fue nuestro primer beso... Recuerdo si que me estaba más cortada que a los 11 años, cuando di mi primer beso, y que el nuestro fue más parecido a una serie de pequeños piquitos que, no sé cuando, se transformaron en un beso como tal.
No recuerdo desde cuándo estamos juntos. Sabíamos que la palabra “pololeo” nos aterraba por todo lo que aquello nos recordaba, de hecho, hasta hoy hablo de ti como “mi novio” más que de “mi pololo”.... Tú y yo sabemos que “novio” no tiene una connotación matrimonial. Sólo recuerdo que meses más tarde, mientras veíamos tele, me preguntaste si quería pololear contigo, y dije que si, aburridos de explicarle a los demás que si bien queríamos estar juntos, no éramos pololos.
No tenemos aniversario, y lo más parecido a un símbolo de nuestra relación es una canción de Simply Red, que escuchábamos cada uno por nuestro lado, y que nos recordaba mutuamente.
Todo ha sido tácito. Hemos decidido no estar más juntos, y no sé cuando, decidimos estarlo nuevamente. Ni siquiera sé si volvimos formalmente alguna vez. Sólo tengo claro que hay planes de estar juntos para siempre.
Hoy te escribo, utilizando el 14 de Febrero, como excusa para traerte a este mundo tan personal y público a la vez. Te dedico mis líneas porque no tengo el talento para hacerte una canción, como lo hiciste hace algunos años atrás. Porque hoy no habrá regalos, menos flores... Te dedico estas líneas porque tu abrazo es lo que espero al final del día en que ha salido todo mal. Porque tus palabras son las que me reaniman cuando pienso que no soy capaz de alcanzar algo que me he propuesto. Porque me cago de la risa cuando vamos en el auto, cantando a todo pulmón una canción de Divididos o de Bon Jovi.... y porque hemos compartido casi 6 años de nuestras vidas, reafirmando lo que sentimos, a pesar de todas esas veces en que conversamos sobre no estar juntos más.
Confesado por FrancisK @ 11:00
Metidas de Cuchara: 8
miércoles, febrero 08, 2006
El Peso de Decir: Yo No
Desde hace algún tiempo decidí que los hijos no forman parte de mi plan de vida. Si.. tan simple como eso.
Comencé a preguntarme si acaso la idea de tener hijos sería un deseo real, o una consecuencia normal en la vida de una mujer. Me dí cuenta que no existía en mi aquel instinto maternal que yo observaba en el resto de las mujeres, y que los comentarios de mis amigas que ya son madres respecto de mamaderas, pañales, útiles escolares y regalos navideños, más que cualquier cosa, me aburrían.
Mi posición al respecto la dejo ver con normalidad en todas las conversaciones donde el tema se propone. Ello ocurre con frecuencia, pues tengo una estable relación de pareja de casi 6 años, y nuestra idiosincracia natural, nos hace preguntar constantemente a las parejas cuando se proponen a dar el siguiente paso: Y Uds. cuando?
Las reacciones son generalmente exageradas. Lo más fácil, antes de escuchar razones y tratar de entender mi posición, sin necesariamente compartirla, es decir que aun soy muy joven, y que más adelante voy a cambiar mi opinión al respecto, como si no tuviera yo gran parte de mis elecciones hechas, y más o menos encaminada mi vida. Más aún, desafiantes me dicen que ya me quieren ver en unos de años más, con un par de cabros chicos a cuesta. Luego de exponer mis razones para aquellos que han querido escucharlas, la cara de espanto no ha cambiado.
Me pregunto si acaso seré yo una aberración de la naturaleza, quien no me dotó de aquellos deseos incontrolables de sentir que un ser crece dentro de mi útero, o si tal vez, soy muy cobarde para enfrentar la situación límite de tener una persona que depende (no sólo en términos emocionales, económicos, sociales, familiares, sino en todos ellos a la vez) de tí, sin poder dar un paso atrás? Convencida contesto que no... me reafirmo cada vez que veo niños abandonados, maltratados al borde de la tortura, ignorados, aferrándome al hecho de que nuestra responsabilidad como padres, es el resultado de una mejor o peor sociedad...
Confesado por FrancisK @ 13:21
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